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jueves, 13 de marzo de 2014

Bebe agua de mar y beberás vida

Bebe agua de mar y beberás vida
Bebe agua de mar y beberás vida. Sí. Como lo estás leyendo.
  • Agua de mar que convierte desiertos en vergeles, cura desde una cirrosis a una rinitis, mejora la calidad de tu nutrición, fortalece las dietas infantiles y es avalada por investigaciones e informes médicos a lo largo de décadas.
    Ya. Ya sé que crees que quien la bebe muere rápido o se vuelve loco. Hay muchas historias de náufragos y varias películas que se te vienen a la cabeza. Pero ten en cuenta una cosa: nada (o poco) es como te contaron.
    Yo ahora te voy a contar esa historia, la del  náufrago, de otra forma.
    ¿Viajas conmigo a esta nueva isla líquida? Es una isla que te ha estado siempre esperando.
  • Herodoto escribió, cuatro siglos antes del nacimiento de Cristo, que “la cura de sol y el agua de mar se impone en la mayoría de las enfermedades y, sobre todo, en las afecciones de la mujer”.Eurípides, que “el mar cura las enfermedades de los hombres”. Y no se estaba refiriendo a las provocadas por la melancolía.
    Tuvieron que pasar años y años, muchos años más, hasta llegar a un hombre, el investigador francésRené Quinton. El reloj del tiempo marca esta fecha: finales del siglo XIX, comienzos del siglo XX.En 1904, Quinton publica “El agua de mar, medio orgánico” como estandarte de sus investigaciones. Para él, las enfermedades son un ‘ensuciamiento’ del medio interno celular. Somos un 70% de agua, de agua salada (así es nuestro sudor, así son nuestras lágrimas); si nuestro medio ‘marino’ se altera, nuestra salud se altera. Venimos del mar. ¿Lo dudabas?

  • Quinton experimentó con perros enfermos. En transfusiones, sustituyó toda su sangre por plasma marino. A finales del XIX, en 1897, ya demostró que el organismo del perro convertía ese agua de mar en sangre casi de forma inmediata, que el animal curaba y, además, reforzaba ampliamente su vitalidad. Más allá de sus experimentos, Quinton instaló en Francia ‘dispensarios marinos’ y curó con éxito enfermedades mortales en la época: cólera, tifus y tuberculosis quedaron anotadas en su lista de éxitos. Un colega coetáneo, el doctor Robert Simon, decía esto de su trabajo: “Tras sólo tres años de experimentos nadie puede prever los límites que el futuro concederá a este método. Los últimos ensayos (gota, reuma, ciática y tosferina) nos autorizan a pensar que el ámbito de sus aplicaciones se irá extendiendo”.
    ¿Ha sido así? No, ciertamente. El poder de los laboratorios farmacéuticos se impuso tras las guerras mundiales y fue mucho más fuerte que la labor de Quinton. Hoy, sin embargo, crecen sus discípulos que actúan y siguen su método ya por todo el mundo.
  • EL DOCTOR ÁNGEL GRÁCIA

  • Aquí le ven. Tiene 82 años y lleva décadas bebiendo agua de mar. Doctor en Veterinaria, premiado en todo el mundo, presidente de la Fundación Seawater con sede en Florida y autor de libros con títulos como “El poder curativo del agua de mar”. Ángel Grácia, maño, de Zaragoza, con un curioso acento hispano. Defensor a ultranza de las teorías de Quinton y promotor de una ‘hoja de ruta’ para llegar a lo que él llama la “Cultura de la Salud” frente a la “cultura de la enfermedad que nos tiene impuesta el sistema”. “Tenemos derecho -asegura- a vivir y morir sanos. El agua de mar y el sol (¿les suena? ¿a Grecia tal vez?) son la solución gratis. Pero interesa que la gente esté enferma, enferma para no pensar“.
  • encuentras su trabajo y sus documentadas teorías. Sus referencias a Quinton y, entre otros, a Otto Warbürg, Premio Nobel por su Respiración Celular“Todas las enfermedades son ácidas y donde hay oxígeno y alcalinidad no puede haber enfermedad, incluido el cáncer”, dijo Warbürg entre 1930 y mediados de la década de los 40. En pleno tiempo convulso.
    “El agua de mar alcaliniza el medio interno de un organismo, además de nutrirlo”, asegura Grácia. Es el alimento de los mamíferos marinos, tan cercanos y no tan diferentes al hombre

  • El agua de mar es lo que ayudaría frenar la desnutrición infantil (posee en su composición todos los minerales y oligoelementos de la Tabla Periódica), irrigaría desiertos y aportaría calidad a la alimentación del ganado.
    ¿Ciencia ficción? No: ya se está practicando.

    DESDE DISPENSARIOS EN AMÉRICA A CULTIVOS EN ÁFRICA
    Eritrea, África. Un desierto… regenerado gracias a las aguas del Mar Rojo. El vergel surge;ahí crece el mangle y la salicornia (lo ves en la foto). De las semillas de esta última se extrae incluso aceite para el consumo. Los animales y los hombres vuelven a la vida en lo que antes era un entorno árido, difícil y hostil.

  • ¿Qué más nos queda en este viaje? Lo más importante. Cómo tomar el agua de mar. Cuándo tomarla y, en tu día a día, para qué tomarla.
    Vamos allá.

    EL AGUA DE MAR EN TU DÍA A DÍA
    “Nuestra recomendación para aprender a beber agua de mar -explica el doctor Ángel Grácia- es que se haga poco a poco. Se puede añadir limón al gusto”.
    Lo ideal es combinar una porción de agua de mar y tres porciones de agua al uso, añadiendo lo que nos recomienda el doctor Grácia: zumo de limón. Al  menos, comenzar así su ingesta.

  • Los defensores del agua de mar aseguran que puedes recogerla del mar directamente (aunque ya se vende embotellada con la etiqueta ‘Biomaris’). La ósmosis actúa frente a la contaminación. Lo hace así, en palabras del experto Carlos G. Dreyfus: “Si una bacteria, virus u hongo de origen terrestre caen en el mar, por acción de la ósmosis, se deshidratará y se desactivará. Esto garantiza que el agua de mar no se puede contaminar. La ósmosis toma su tiempo para actuar. En los lugares puntuales donde se depositan desechos de origen terrestre, no es recomendable tomar agua. Lo correcto es buscar lugares donde garanticemos que la ósmosis ha tenido suficiente tiempo para actuar”.
    Es diuréticano produce hipertensión (el agua de mar está salada, pero no por la sal tratada de consumo habitual), ayuda a limpiar nuestro intestino (se utiliza el procesos depurativos), actúa a modo de bebida isotónica perfectadescongestiona las vías respiratorias, hidrata la piel y resulta excelente en la cocina sustituyendo al agua habitual.
    Se almacena en una botella al uso, alejada de la luz del sol directa. No tiene fecha de caducidad y, a mayores, cuenta con el marchamo médico.

  • Aquí tienes un informe de profesionales de la Medicina que avala su consumo habitual en la dieta (como su recogida directa de las playas).
    En él, el grupo de doctores firmantes indica que dolencias de tiroides, cardiopatías, arritmias, estrés, depresión, insomnio o enfermedades de la piel han experimentado una gran mejoría sólo con tomar agua de mar.
    Ahora sólo te queda llenar un vaso y brindar con ella.
    Regresar a la sabiduría de Grecia.
    Y comprobar que tu cuerpo de navegante no va a naufragar en el intento.

  • *Aquí puedes viajar del agua de mar a otras rutas naturales de salud: La leche que compras te enfermaLa Griffonia: el mejor antidepresivo
    **Y aquí ampliar conocimientos sobre esos tragos marinos: 


    Bebe agua de mar y beberás vida es un vaso alzado desde un horizonte y una playa que levanta por ti Celia Ipunto,
    celia Ipunto capitana


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